Confederaci贸n Sindical de Comisiones Obreras | 17 noviembre 2025.

Chile: en la segunda vuelta se juega la democracia

    17/11/2025.
    Las elecciones presidenciales y parlamentarias celebradas este domingo 16 de noviembre en Chile han dejado un panorama que pone en el centro del debate el futuro de la democracia chilena.

    Las elecciones presidenciales y parlamentarias celebradas este domingo 16 de noviembre en Chile han dejado un panorama que pone en el centro del debate el futuro de la democracia chilena.

    La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Chile, programada para el 14 de diciembre de 2025, adquiere una relevancia histórica y trascendental al enfrentar modelos políticos radicalmente opuestos y que pondrá a prueba la resiliencia de la democracia chilena frente al avance de la extrema derecha, cuya consolidación en el Congreso amplifica el riesgo de retrocesos en conquistas sociales. 

    Las elecciones presidenciales y parlamentarias celebradas este domingo 16 de noviembre en Chile han dejado un panorama muy complicado que pone en el centro del debate el futuro de la democracia chilena. 

    Según los datos oficiales, con más del 82% de las mesas escrutadas, la candidata de la izquierda, Jeannette Jara (coalición Unidad por Chile), obtuvo el 26,7% de los votos, mientras que el representante de la extrema derecha José Antonio Kast (Partido Republicano) alcanzó el 24,1%; con una participación histórica impulsada por el voto obligatorio que duplicó las cifras de comicios anteriores (alrededor del 80% del padrón electoral). 

    Desde CCOO, observamos con preocupación cómo este resultado refleja el agotamiento de un modelo que ha priorizado la austeridad y la represión sobre los derechos laborales y sociales. 

    Jeannette Jara, exministra de Trabajo, representa el cambio progresista que podría consolidar las reformas en materia de pensiones, salarios mínimos e igualdad de género, y que enfrenta el riesgo de un giro autoritario si Kast impone su agenda de "mano dura" en seguridad y migración y recortes a los servicios públicos, con un discurso negacionista de la dictadura.

    En este contexto, la segunda vuelta no es solo una elección presidencial, sino una apuesta por la democracia misma.

    Chile, aún marcado por el estallido social de 2019 y la fallida Convención Constitucional, necesita un liderazgo que defienda los derechos colectivos frente al avance de la extrema derecha, que ya controla el Congreso con 155 diputados y senadores en siete regiones.